Romy Vargas rechazó estas palabras, dejando en claro que “nunca nadie va a venir a cuestionar a mis hijos y a los niños que sufrieron de los horrores con que aquí eran consumidores… yo advertí de esta mala práctica de inventar estupideces”.
La comisión investigadora de la Cámara de Diputados por la fatídica marcha de conscriptos vivió un álgido momento que involucró al diputado Johannes Kaiser (IND) y Romy Vargas, madre de Franco Vargas, quien falleció en Putre.
Todo se originó tras la intervención del parlamentario independiente, quien apuntó a diversas causas que podrían explicar su sucedido durante aquella.
“Hay una serie de elementos que yo creo que en la discusión no se han tomado en cuenta; uno, ¿cuántos conscriptos habían fallecido antes en circunstancias similares? Esa es una pregunta que uno puede hacerse legítimamente porque significaría que, efectivamente, habrían sido la marcha o la decisión que se hubiese tomado la responsable del fallecimiento”, argumentó Johannes Kaiser.
En esta línea, el legislador agregó que “se han hecho el chequeo del estado físico de todos los conscriptos, pero no nos equivoquemos porque ha cambiado el estado físico de los conscriptos que están llegando hoy en día a las Fuerzas Armadas, en razón de una serie de situaciones que se dan en la vida civil; mayor sedentarismo, consumo de drogas que está muy generalizado en nuestra juventud”.
Estas palabras no cayeron bien en Romy Vargas, quien encaró al parlamentario, secundada por la diputada Claudia Mix (FA), para posteriormente abandonar la sala.
Este hecho no alteró la presentación de Kaiser, quien recalcó que “me interesa llegar a la verdad. Yo estoy haciendo una pregunta y ustedes están haciendo un escándalo. ¿Qué tienen que ocultar ustedes? Ustedes han iniciado una operación política en contra del Ejército”.
Para cerrar su presentación, Johannes Kaiser dejó ver también los supuestos efectos de la vacuna contra el COVID-19 en el estado físico de los conscriptos y de cara a un eventual deceso.
Por su parte, Romy Vargas rechazó estas palabras, dejando en claro que “nunca nadie va a venir a cuestionar a mis hijos y a los niños que sufrieron de los horrores con que aquí eran consumidores… yo advertí de esta mala práctica de inventar estupideces”.
